Recibido: 1 de Agosto de 2025
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Aprobado: 8 de Septiembre de 2025
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Cómo citar (APA, séptima edición):
Jiménez Sánchez,C.L. (2025). De Luanda a La Habana: impacto de la guerra de Angola en el arte cinematográfico y musical cubano. Revista Científica Universitaria Ad Hoc. 6(4). p 87-95.
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Revista Científica Universitaria Ad Hoc. 6(4).
resumen
Este trabajo examina la influencia de la participación internacionalista cubana en la Guerra de Angola (1975-1991) en las expresiones artísticas de la Isla, específicamente en el cine y la música cubanas. El estudio destaca cómo la “Operación Carlota”, que involucró a cientos de miles de cubanos, trascendió el ámbito militar para impregnar la cultura nacional. Para ello, se analizan obras cinematográficas como “Caravana”, “Kangamba”, “Sumbe”, entre otras, las cuales, al recrear las experiencias de los combatientes, obtuvieron una significativa recepción popular y se erigieron en una contranarrativa a las producciones hollywoodenses. En la música, se explora la obra de artistas de la Nueva Trova, como Silvio Rodríguez, y de grupos como Karachi y Sonido Caney, cuyas composiciones se convirtieron en soundtracks emotivos de la época. El artículo argumenta que estas producciones artísticas fueron esenciales para procesar, narrar y memorializar la experiencia angolana, reforzando los lazos culturales de Cuba y África, además de dejar una huella indeleble en la identidad cultural contemporánea de la nación caribeña.
Palabras clave: Guerra de Angola, cine cubano, música cubana, identidad cultural, participación internacionalista cubana.
ABSTRACT
This work examines the influence of Cuba´s internationalist participation in the Angolan War (1975-1991) on the artistic expressions of the island, specifically in its films and music. The study highlights how “Operation Carlota”, which involved hundreds of thousands of Cubans, transcended the military sphere to permeate national culture. Regarding Cuban films, works such as “Caravana”, “Kangamba”, “Sumbe” and others, are analyzed; by recreating the experiences of the combatants, these films achieved significant popular reception and emerged as a counter-narrative to Hollywood productions. In Cuban music, the work of artists from the Nueva Trova movement, such as Silvio Rodríguez, and groups like Karachi and Sonido Caney, whose work became inspiring soundtracks of the time, is explored. The article argues that these artistic productions were essential for processing, narrating and memorializing the Angolan experience, reinforcing cultural ties between Cuba and Africa, and leaving an indelible mark on the Caribbean nation´s contemporary cultural identity.
Keywords: Angolan War, Cuban films, Cuban music, cultural identity, Cuba´s internationalist participation.
introducción
Una de las facetas más significativas de la historia cubana tras el Triunfo de la Revolución en 1959, la constituyó su participación activa en las luchas internacionalistas contra el dominio imperialista, principalmente en África. En este sentido, la presencia de Cuba en la lucha del continente africano, fue determinante para que algunos Movimientos de Liberación Nacional se alzaran con la victoria. Tal fue el caso del triunfo del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA)1 sobre el régimen de Apartheid sudafricano, que buscaba expandir su control en toda la región austral de ese continente. A la par, la experiencia del apoyo a estos procesos tuvo un impacto significativo en la sociedad cubana.
La intervención llevada a cabo por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) cubanas, en apoyo a las Fuerzas Armadas Populares de la Liberación de Angola (FAPLA), fue bautizada con el nombre en clave de “Operación Carlota”. Su articulación fue de incalculable envergadura, tanto en suelo africano como a lo interno de la nación caribeña. La vinculación directa de más de 377 000 combatientes, durante los 15 años y medio que duró el conflicto (1975-1991), así como de otras 50 000 personas entre educadores, médicos, civiles, artistas e intelectuales cubanos, determinó que la sociedad y arte insulares contemporáneas se viesen altamente influenciadas por el conflicto y la cultura africana (Cubadebate, 2020).
A raíz de ello, palabras popularizadas en los años 90 del siglo pasado como “candonga” o “quimbo”, se volvieron de uso cotidiano en el habla del pueblo cubano, haciendo referencia a lugares de intercambio de bienes, o barrios con una difícil situación socioeconómica, respectivamente. Estos y otros términos, de claro origen africano-angolano, se convirtieron en una de las formas en que se manifestó la incidencia cultural en la Isla.
Asimismo, la migración de Angola hacia Cuba, y viceversa, aumentó de manera tal que, antes de 1990, muchos angolanos viajaron a Cuba a estudiar, o en busca de oportunidades económicas y laborales. Tras la caída del campo socialista y el agravamiento de la situación económica de la Isla, la migración de cubanos hacia Angola se incrementó, aprovechando los lazos familiares que muchos habían establecido durante la guerra (García, 2017).
Sin embargo, a pesar de todas las implicaciones sociolingüísticas que tuvo la reconexión directa de Cuba con sus raíces africanas, unos de los espacios donde más se aprecia la influencia de esta conflagración en el contexto histórico cubano son su cine y su música. Las grandes producciones cinematográficas y musicales, principalmente en el movimiento de la Nueva Trova, creadas por artistas contemporáneos o por otros que hallaron en la epopeya angolana fuente de inspiración, se convirtieron en exponentes de la concepción popular cubana de la empresa internacionalista en África.
En este sentido, es el objetivo del presente artículo presentar el impacto de la intervención cubana en la guerra de independencia de Angola en el arte cinematográfico y musical de la Isla. Para ello, se identificarán algunos de los principales artistas, exponentes, filmes, largometrajes y cortometrajes cubanos que encontraron inspiración en la epopeya bélica.
desarrollo
Mucho se ha escrito y debatido sobre el efecto que tuvo la intervención cubana en los procesos emancipatorios en toda África, principalmente en Angola. Sin embargo, asombra el poco tratamiento que se le ha dado desde la academia a la investigación de lo que la nación antillana obtuvo de este intercambio con culturas.
El impacto del conflicto en el arte cinematográfico cubano.
En el cine de la época, se desarrollaron varias producciones nacionales de gran envergadura que buscaron representar el papel de los combatientes cubanos en la contienda bélica en Angola. Estas, sirvieron para el desarrollo artítico de los ya veteranos directores cubanos, así como para jóvenes actores.
Entre las primeras cintas en ser concebidas de la participación cubana en la Guerra de Angola, está “Caravana” (1990), un filme de ficción histórica, dirigido por Rogelio París2 (La Vanguardia, s.f.). Durante la trama del filme, se puede apreciar la cotidianidad de los soldados y civiles involucrados en la misión internacionalista y su acción combativa, particularmente en una caravana encargada de transportar pertrechos y suministros a lugares recónditos del país, así como el enfrentamiento a las fuerzas de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA)3.
Con este estreno, se hizo llegar a la pantalla cubana una representación de la experiencia en campaña vivida en Angola. Los papeles protagónicos estuvieron encarnados en los actores Manuel Porto, Omar Moynello, Patricio Wood, Samuel Claxton, Enrique Molina, Nancy González y otros, lo que favoreció la implicación directa del público a partir de la identificación con sus personajes y actuaciones. Esta producción dio la vuelta al archipiélago, dejando en el imaginario popular imágenes del heroísmo de los internacionalistas, así como de sus tribulaciones y miedos, en escenas que son, en palabras del codirector Julio César Rodríguez, “(…) un acercamiento a los héroes de carne y hueso, cotidianos, normales en lo extraordinario (…)” (ENDAC citando a Julio César Rodríguez, s.f.).
A pesar de que buena parte de lo que se recuerda sobre la producción cubana respecto a la guerra en Angola son las principales producciones fílmicas, no se puede dejar de mencionar el impacto que tuvo la serie-documental “La epopeya de Angola”, del realizador Milton Díaz Cánter, la cual fue estrenada en 2007. Con una comprometida vocación artística al servicio de la Revolución, y para honrar a sus compañeros de lucha, este productor recurrió a más de 350 entrevistados, muchos de ellos angolanos, namibios y sudafricanos para “reconstruir este ejercicio de la memoria histórica” (Martell, 2017).
El documental se encargó de mostrar, a través de sus más de 20 capítulos, las imágenes más realistas de la acción cubana en Angola, principalmente los acontecimientos desde finales de 1974 hasta 1991.
Otro de los filmes icónicos sobre el tópico, es la película bélica “Kangamba”, producida en 2008 por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), y también con Rogelio París como director. Este material contó con la participación de Alain Ortiz como director artístico, Rafael Rodríguez como productor, y varios actores reconocidos como Armando Tomey, Rafael Lahera, Linnett Hernández, Samuel Claxton, Alexis Díaz de Villegas, Herón Vega y Jorge Enrique Caballero, entre otros (Gran Cine, s.f.).
La cinta tuvo un impacto directo en Cuba y el mundo al narrar, a través de la pantalla, los acontecimientos que tuvieron lugar en el contexto de la Guerra de Independencia de Angola, particularmente la batalla de Kangamba, de 1983, en la provincia de Moxico. Calificada por el Comandante en Jefe Fidel Castro como “uno de los filmes más serios y dramáticos que vi nunca”, se convirtió rápidamente en la película más vista en Cuba durante su año de lanzamiento (Gran Cine, s.f.). Grabada con maestría, las escenas causaron una gran satisfacción en los veteranos y sus familias, pues se mostró como un recordatorio de lo vivido en el África.
Este filme se presentó como una alternativa a las producciones occidentales, dando al pueblo una visión autóctona, verdaderamente crítica y ajustada a los sucesos reales acontecidos en el frente sur de Angola. Según datos del propio ICAIC, tras el lanzamiento, alrededor de 415 000 personas tuvieron acceso a la película en más de 400 salas de cine diseminadas por todo el país, en un período de diez días (Gran Cine, s.f.). Esto, a pesar de que el archipiélago se había visto azotado recientemente por el huracán Ike.
Así mismo, en 2011, se estrenó “Sumbe”, en la provincia de Granma, con la presencia de varios veteranos de la contienda angolana. La obra, dirigida por Eduardo Moya4, narra la batalla que tuvo lugar en la localidad homónima, el 25 de marzo de 1984. Esta elaboración contó con el testimonio de 50 sobrevivientes, utilizados por el director para redactar el guión, lo cual aportó fidelidad a la narración de los sucesos (Televisión Cubana, 2011). La película, como otras, busca reflejar la realidad de los internacionalistas cubanos y se convierte en un catalizador de la experiencia y emociones de toda una generación que se vio involucrada en la lucha de manera directa.
Una de las producciones más recientes es “La emboscada”, la cual también aborda los acontecimientos en Angola. Esta narra la historia de cuatro combatientes que sobreviven a un asalto de las tropas enemigas, involucrándose en un dilema en el que se presentan visiones diversas marcadas por existencialismos generacionales: padres e hijos, viejos y jóvenes, que no comparten determinadas ideas, y que además cuentan con toda una vida que se desarrollaba, paralelamente, en sus hogares dejados atrás. La obra, de Alejandro Gil,5rodada durante 2012 y estrenada en 2015 (García, 2015), evoca las dicotomías propias de un debate entre personas de diferentes grupos etarios que se encuentran ante una situación extrema.
Todas estas producciones cinematográficas tomaron su lugar en la conciencia social del público cubano, recreando los escenarios propios de la lucha internacionalista. Asimismo, crearon una imagen basada en las realidades cubanas, reconociendo sus virtudes y defectos, sin interferencias de la industria cinematográfica hollywoodense.
El impacto de la guerra en las manifestaciones musicales contemporáneas.
Se puede declarar que la participación cubana en la guerra tuvo una incidencia directa en los movimientos musicales de la nación. La influencia del conflicto como fuente de inspiración y escenario para la puesta en acción de nuevas creaciones, fue relevante para que muchos artistas, principalmente exponentes de la Nueva Trova, como el grupo Maguaré, Los Cañas, Vicente Feliú, Noel Nicola y Pablo Milanés (Perrerac, s.f.), enriquecieran su carrera musical.
Uno de los trovadores que pidió fervientemente viajar a Angola fue Silvio Rodríguez, episodio que queda recogido en su carta a Alfredo Guevara6, presidente del ICAIC, donde declaraba:
Primero un saludo y, sin rodeos, al grano: quiero que me des la oportunidad de irme a Angola. (…) Te informo que haré todo lo posible por esta decisión. El camino está meditado y escogido con serenidad y sin romanticismo. (Perrerac, citando a Silvio Rodríguez, s.f.)
Durante su estancia en Angola, el trovador compuso varias canciones que trascenderían en su carrera; algunas incluso hasta momentos actuales como Pioneros, Aceitunas y Canción para mi soldado. Esta última fue dedicada a Ciro Berrio Medina, miembro del Estado Mayor de Cuba que halló la muerte en suelo angolano.
De manera particular, Pioneros tuvo un impacto muy importante entre la población cubana de la época, especialmente entre los veteranos internacionalistas, pues esta evoca la conexión con la patria y los valores que la sostienen. Desde el primer verso, el artista traslada a sus oyentes a la “sanzala”, o sea, a la comunidad. Asimismo, el estribillo “fue como regresar a un lugar donde guardo raíces y luceros”, refuerza la idea de un retorno a las raíces, los vínculos culturales con el pueblo angolano y africano y la importancia de apoyar su liberación. La canción, junto a su disco “Unicornio azul”, tuvo gran reconocimiento a nivel nacional e internacional, teniendo lugar decenas de conciertos en territorio cubano y africano.
Otro de los grupos que resaltó por su producción asociada al conflicto en Angola fue Sonido Caney, de la cual solo existe un álbum remasterizado en 2004, donde aparecen canciones como Madre Internacionalista y Carta de un internacionalista, que tratan, desde el sentimiento de nostalgia y añoranza, el tema de la partida y la guerra, así como las ansias del retorno a casa y el reencuentro con la familia. Este grupo, si bien parece haber tenido determinado reconocimiento entre la generación de los 80, no tuvo mucha relevancia fuera del círculo de los veteranos de guerra y sus allegados.
Solo a través de entrevistas con algunas de las personas que participaron en la guerra, así como de civiles, profesores y músicos de la Cuba contemporánea, pudo el autor conocer de la existencia de tal grupo. Sin embargo, la fortaleza de su lírica y las sensaciones que transmite su obra sin lugar a dudas es reflejo vívido de lo acontecido en suelo africano y su impacto en los involucrados.
También en esa época emergió el grupo Karachi, creado en el año 1976, destacando entre sus fundadores el saxofonista Pablo Moya. Una de sus obras cumbre estuvo motivada por la epopeya de los internacionalistas cubanos en Angola. El grupo, apodado “la orquesta del pueblo”, lanzó el tema Un solo pueblo, en los carnavales de Santiago de Cuba de 1982, haciendo referencia a la unidad en la propia cultura africana (Figueroa, 2024). El éxito de esta agrupación la llevó a presentarse en varios países de África, Europa y América. Por supuesto, a lo interno de Cuba también impactó la forma en que pudo colocar su música.
Toda esta producción musical inspirada en la labor internacionalista, fue recibida con agrado por el pueblo, el que asistía en masa a los conciertos de Karachi, Silvio u otros, contando con la heterogeneidad de la música cubana para suplir los gustos de toda la población. Muchas de estas canciones se convirtieron prácticamente en himnos o en sonido de fondo para el día a día en las ciudades de Cuba, mientras la nación y sus artistas, a su forma, evocaban la misión que estaba teniendo lugar en defensa de la libertad africana.
conclusiones
La Guerra de Angola tuvo un impacto profundo y multifacético en la sociedad cubana, que se manifestó de manera significativa en sus expresiones artísticas, particularmente en el cine y la música. Estas, se convirtieron en catalizadores para comprender la experiencia internacionalista.
El cine cubano desarrolló un corpus de obras que, lejos de ser meramente expositivas, abordaron la complejidad humana de la guerra, mostrando a los combatientes como individuos con virtudes, temores y dilemas. Películas como “Caravana” y “Kangamba” lograron conectar con el público al proyectar una narrativa autóctona y crítica de los eventos.
La música, encabezada por figuras como Silvio Rodríguez y agrupaciones como Karachi, funcionó como un puente emocional que articuló los sentimientos de nostalgia, heroísmo y conexión cultural con África. Canciones como “Pioneros” trascendieron su época para convertirse en símbolos perdurables de este capítulo histórico.
En su conjunto, el arte cinematográfico y musical sirvió como un mecanismo de memoria colectiva, preservando la historia de la participación cubana en Angola para las generaciones futuras y reafirmando los valores de internacionalismo y solidaridad.
Este fenómeno demuestra la intrínseca relación entre el contexto histórico-político y la producción cultural en Cuba, donde el arte no es solo reflejo de la sociedad, sino también un agente activo en la construcción de su identidad y la narración de su historia.
referencias
notas
notas finales
La elaboración del ensayo contó con aportes dados por entrevistas realizadas a personas involucradas de una manera directa o indirecta al conflicto en Angola; entre ellos: Dra.Cs. María Elena Álvarez (profesora especialista en África), Lic. Lorenzo Jiménez Jiménez (tropas especiales destinadas a Angola), Aníbal Nodarse Pino (educador), Rogelio Rodríguez Viltres (chófer), Francisco Guerra Molina (soldado de reserva, D.A.).