Recibido: 25 de enero de 2024

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Aprobado: 25 de febrero de 2024

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Cómo citar (APA, séptima edición):

Arias Díaz, A. (2025). Panorama político en Florida: factores determinantes del avance republicano. Revista Científica Universitaria Ad Hoc, 6 (2), 54-64.

resumen

Florida es crucial en el proceso electoral de Estados Unidos de América (EE.UU.) atendiendo a su peso específico en la distribución de los votos electorales, treinta. En el primer cuarto del siglo XXI, Florida se ha caracterizado como un estado péndulo altamente disputado en cada contienda. A ello se suma el crecimiento poblacional sostenido y la relevancia de su economía para el país. La demografía cambiante y la movilización del voto hispano son factores clave que influyen en esa batalla electoral. Florida no solo es un escenario de confrontación política, sino también una muestra de la diversidad y las dinámicas electorales de EE.UU. Allí, la creciente ventaja del Partido Republicano sobre el Partido Demócrata se refleja en la victoria de Donald Trump en Miami-Dade en 2024, un condado que había sido un bastión demócrata durante décadas. Por tanto, el presente artículo se interesa por identificar qué factores condicionaron el avance del Partido Republicano en el estado de la Florida en el período 2016-2024 debido a la importancia de este para la configuración política actual de los EE.UU. A partir de la síntesis de los datos estadísticos recabados en la investigación y las acciones llevadas a cabo por las partes que intervienen es evidente que las políticas republicanas y los cambios que ellas han conllevado en la demografía de Florida han resultado determinantes en las recientes elecciones.

Palabras Clave: Florida, Partido Republicano, Voto, Elecciones, Demografía.

ABSTRACT

Florida is crucial in the electoral process of the United States of America (U.S.) due to its specific weight in the distribution of electoral votes, totaling thirty. In the first quarter of the 21st century, Florida has been characterized as a highly contested swing state in every election. This is compounded by its sustained population growth and the relevance of its economy to the country. The changing demographics and the mobilization of the Hispanic vote are key factors influencing this electoral battle. Florida is not only a stage for political confrontation but also a reflection of the diversity and electoral dynamics of the U.S. There, the growing advantage of the Republican Party over the Democratic Party is evident in Donald Trump’s victory in Miami-Dade in 2024, a county that had been a Democratic stronghold for decades. Therefore, this article aims to identify the factors that have conditioned the advancement of the Republican Party in the state of Florida during the period 2016-2024, given its importance for the current political landscape of the U.S. Based on the synthesis of statistical data gathered in the research and the actions taken by the involved parties, it is clear that Republican policies and the changes they have brought about in Florida’s demographics have been decisive in recent elections.

Keywords: Florida, Republican Party, Vote, Elections, Demography.

introducción

Según el censo de 2020, el estado de Florida es el tercero más poblado de Estados Unidos con 21 538 187 personas residentes, solamente por detrás de California y Texas, bastiones demócrata y republicano, respectivamente1 (United States Census Bureau, 2020). Su economía agrícola genera millones de dólares anuales y es uno de los principales destinos turísticos del país. Además, la diversidad de su población atrae inversiones y estimula el mercado. Es por ello que Florida se considera uno de los estados más importantes de ese país.

Su composición demográfica creciente a lo largo de los años, su lucrativa dinámica económica, la proyección de políticos como Marco Rubio hacia América Latina y el Caribe y la influencia de su industria cultural son factores que hacen que Florida sea uno de los destinos privilegiados de campañas y candidatos, siendo un punto neurálgico de los procesos políticos federales. La combinación de las tendencias demográficas con las preferencias políticas de los distintos grupos de su población, reforzadas por las reglas de funcionamiento del sistema electoral, le otorgan esa posición (Domínguez, 2019).

Un estado pendular –o swing state- es aquel en el cual, debido a los estrechos márgenes por los que gana uno u otro candidato, no se puede definir previamente un claro vencedor en las elecciones. Florida, por los resultados en los comicios de este siglo, es un swing state; el que más votos electorales aporta, treinta en las últimas elecciones. En 2000 y 2004 el estado se decantó por George Walker Bush, luego en 2008 y 2012 por Barack Obama y en 2016, 2020 y 2024 por Donald Trump. El resultado de las elecciones presidenciales de 2024 apunta a que Florida ya no es un estado pendular, sino que debe convertirse en un bastión republicano.

En las primeras cuatro elecciones presidenciales de este siglo, los resultados electorales en Florida se decidieron por márgenes estrechos, no así en 2024. Para los candidatos era de enorme importancia conseguir la victoria allí. En este estado radica la mayor parte de la emigración cubana hacia los EE. UU., que ha logrado ser la comunidad mejor representada en el Congreso y actualmente en el Gobierno, caracterizada por su política agresiva hacia Cuba. Por tanto, el estudio y conocimiento de ese estado es crucial para la Isla.

En ese contexto, la presente investigación se propone como objetivo identificar qué factores condicionaron el avance del Partido Republicano en Florida en el período 2016-2024. Para ello se realizará un análisis de los cambios en las tendencias de voto en los procesos electorales en Florida durante dicho período. El marco temporal escogido responde a la ocurrencia en este de cambios muy significativos en la política interna de ese país, principalmente por la llegada al poder de un nuevo conservadurismo liderado por el movimiento MAGA (Make America Great Again).

Los datos estadísticos analizados para identificar ese avance se encuentran disponibles en las páginas oficiales del estado en cuestión, las cuales fueron debidamente referenciadas. Para el análisis de las tendencias se valoraron todos los cambios registrados en las páginas referidas, y no únicamente los que se enmarcan en el período estudiado, pues para comprender dichas tendencias es necesario conocer el comportamiento de las elecciones desde inicios de siglo hasta 2024.

desarrollo

En las elecciones del año 2016, Florida fue uno de los estados decisivos para la victoria del candidato republicano Donald Trump. Para conformar la Cámara de Representantes, el Partido Republicano obtuvo el triunfo en 16 de los 28 distritos de ese estado. En el Senado Federal los republicanos obtuvieron 1.430.492 votos y los demócratas 1.219.781 en las primarias, y en la general 4.835.191 votos y 4.122.88, respectivamente. En las elecciones presidenciales la diferencia de voto fue de un 1,20% a favor de los republicanos, con 4.617.886 votos que representa el 49.02% de los escrutados sobre los 4.504.975 de los demócratas, 47.82% (Federal Election Commission, 2016).

Esos resultados significaron, para los republicanos, la recuperación de un estado que habían perdido en las elecciones de 2008 y 2012 por un margen de 2.81% y 0.88% respectivamente (Federal Election Commission, 2016).

Entre el 7 de agosto de 2015 y el 12 de octubre de 2016, alrededor de veinte organizaciones condujeron cuarenta y seis sondeos de intención de voto en el estado. En veintinueve de ellos la ventaja fue para Hillary Clinton, en quince para Donald Trump y dos empates (Real Clear Politics, 2016).

Algunos de los factores que influyeron en la victoria republicana y el revés demócrata fueron el mensaje populista y anti-establishment de Trump, que le valió el respaldo de los votantes blancos; la disminución de la participación de votantes clave para los demócratas como jóvenes y afroamericanos respecto de las elecciones de 2008 y 2012 y su retórica anticomunista, con la que logró recuperar apoyo de sectores latinos como el cubano y el venezolano. Esto último, aunque no fue decisivo, sí fue significativo teniendo en cuenta los márgenes que deciden el ganador.

Para la conformación del 116º Congreso, que ejerció funciones entre 2019 y 2021, los votos combinados por los miembros de la Cámara de Representantes y senadores de cada partido en Florida fueron de 7.774.922 para los republicanos y 7.396.700 para los demócratas. En esa ocasión, el Partido Republicano consiguió los dos escaños para el Senado y la mayoría de los delegados para la Cámara de Representantes, 14 de los 27 (Federal Election Commission, 2018).

De 2016 a 2020 el Partido Republicano logró recuperar el control del estado de Florida, con márgenes estrechos. Allí controlaron a nivel Federal, el Senado y la Cámara de Representantes; y en 2018 mantuvieron la gobernatura2. Esto constituyó un avance a consolidar en los años siguientes.

En medio de la emergencia sanitaria por COVID-19 como escenario y la inconformidad con la gestión en materia de salud por parte de Trump, se sitúan las elecciones presidenciales de 2020. A pesar de su derrota, el candidato republicano se impuso en Florida por 5.668.731 votos populares frente a los 5.297.045 de Joe Biden. En ese año los votos combinados por los congresistas y senadores fueron de 11.137.895 para los republicanos y 10.239.332 para los demócratas. En Florida, Trump obtuvo un 3.36% más de votos que su rival, incrementando la diferencia lograda en 2016 por 2.16 puntos porcentuales y manteniendo la supremacía en el Senado y la Cámara de Representantes (Federal Election Commission, 2020).

El inicio de la administración Biden enfrentó problemas económicos acumulados y agravados por la pandemia de COVID-19 que en sus cuatro años de mandato no pudo solventar de forma satisfactoria. El manejo de la guerra económica contra China por parte del gobierno demócrata alimentó progresivamente la alternativa del discurso republicano. La popularidad de Biden decreció, complicando las posibilidades de reelección. Para 2024 el Partido Republicano en Florida había consolidado y aumentado los márgenes de victoria en los avances logrados a nivel federal, estadual y en el ejecutivo.

Anteriormente, tras la conformación del 118º Congreso en 2022, los republicanos obtuvieron 20 de 28 distritos y mantuvieron el Senado. Ronald DeSantis, que en 2018 se impuso por una diferencia del 0.4% ante Andrew Gillum, fue reelecto en ese año y aumentó la diferencia de votos a un 19.4% respecto a su rival demócrata Charlie Crist, obteniendo 4.614.210 votos frente a 3.106.313, respectivamente (Florida Department of State´s Elections Reporting System, 2018-2022).

Antes de arribar a las elecciones de 2024, la desaprobación del presidente Biden tenía varias causas; un notorio deterioro de su estado físico y mental, la agudización de la crisis del fentanilo, la inflación, el aumento de la deuda en la economía estadounidense y el manejo de los conflictos en Ucrania y Gaza. Esto se vio reflejado en los índices de aprobación del entonces presidente. A grandes rasgos, para el verano de 2024, solamente un tercio de los estadounidenses aprobaban la gestión de Biden, y esa cifra se repetía en los grupos demográficos clave (Pew Research Center, 2024). En ese contexto, el resultado en Florida fue una excelente demostración del dominio republicano.

La mayoría obtenida en la Cámara de Representantes y el Senado del estado permitiría a los republicanos llevar adelante su agenda sin una oposición significativa. Con una superioridad de 87-33 en la Cámara, es la Conferencia Republicana más grande de la historia (Florida Department of State´s Elections Reporting System, 2022). El “cambio de lealtades” contribuyó a ese resultado, tal fue el caso de las representantes estatales Hillary Cassel y Susan Valdés (de origen cubano), quienes cambiaron su afiliación partidaria alegando que no compartían los valores del Partido Demócrata actual.

Además de la superioridad republicana en el Senado y la Cámara de Representantes estadual y federal evidenciada anteriormente, en los comicios de 2024, 20 distritos de 28 fueron republicanos y Trump obtuvo una diferencia de 13.1% a su favor con 6.110.125 de votos ante los 4.683.038 de su rival. Los republicanos constituyeron la mayoría en 61 de 67 condados. A nivel estadual, controlaron la Oficina del Gobernador y ambas cámaras de la Legislatura, al tiempo que en el Congreso federal contaron con dos senadores y 19 de los 28 representantes (con una vacante).

Varios nombres de peso en la segunda administración Trump son de Florida. Su Jefa de Gabinete, Susie Wiles (de Jacksonville), fue una de las operadoras políticas más curtidas en la batalla por el estado. El Representante Federal, Mike Waltz, del norte de Florida y veterano del Ejército, fue nombrado como Asesor de Seguridad Nacional. El Senador Federal Marco Rubio, nacido en Miami e hijo de inmigrantes cubanos, fue designado Secretario de Estado.

Uno de los ejemplos más representativos del avance republicano fue la victoria en el Condado de Miami-Dade, donde Donald Trump obtuvo 11 puntos porcentuales más que Kamala Harris, quien se convirtió en la primera candidata presidencial demócrata en perder el condado desde Michael Dukakis en 1988. Cuatro años atrás, Trump había perdido contra Biden por 6 puntos, y en 2016 contra Clinton por 30 puntos. Harris ganó solo seis de los 67 condados apenas cuatro años después de que Biden ganara 12 condados (Florida Department of State´s Elections Reporting System, 1988-2024).

Es importante resaltar el poder del Trumpismo en ese proceso, pues en las elecciones primarias del Partido Republicano en 2016 Trump venció a Marco Rubio y Jeb Bush con amplio margen, figuras de peso en ese estado; este último incluso fue Gobernador de Florida de 1999 a 2007.

Es evidente que, si bien no hubo tanta diferencia entre las elecciones de 2016 y 2020, en 2024 el Partido Republicano se consolidó de forma abrumadora entre los votantes de Florida. Retomando el caso de Miami-Dade, por ser la urbe principal del estado, allí el voto cubano-estadounidense constituye el 35.4% del total y el número estimado de registrados por partido es de 277.862 republicanos y 89.091 demócratas (Grenier & Lai, 2024). Es importante resaltar el enorme crecimiento e influencia durante los últimos años y décadas de la población cubano-estadounidense3 que tiende a ser bastante conservadora y fuertemente anticomunista.

No solo los cubano-estadounidenses apoyaron a Trump, la movilización de los hispanos a su favor fue apreciable con banderas, pancartas y caravanas de vehículos recorriendo la ciudad, mientras los demócratas apenas se hicieron visibles. Para tener una mejor perspectiva, los hispanos constituyen aproximadamente el 26.5% de la población en Florida y el 68.9% en Miami-Dade. Si bien el número estimado de registrados hispanos por cada partido a nivel estadual es parejo, 755.461 republicanos y 773.642 demócratas; en Miami-Dade la brecha es significativa en proporción a la masa total de votantes con 359.539 republicanos y 227.100 demócratas (Grenier & Lai, 2024).

Aunque la migración es un tema delicado, Trump lo abordó con habilidad pues habló principalmente de la frontera de Texas sin mencionar Florida, el Caribe o Cuba porque entendía la importancia de la demografía cubana allí. Otro elemento que puede explicar el revés para los demócratas en Miami-Dade es la situación económica imperante; el aumento de los precios de la vivienda y el índice de inflación son algunos de los principales causantes del malestar social.

El cambio en el voto en Florida debe entenderse como una muestra del realineamiento político que tiene lugar en los EE.UU., del cual el Estado de Florida no está exento. Los realineamientos generan cambios en la correlación de fuerzas entre las formaciones fundamentales dentro del sistema bipartidista estadounidense, incluyendo variaciones en el control de las oficinas electivas y en la distribución territorial y sectorial de las bases electorales respectivas (Domínguez, 2019).

Según Associated Press (2024), los temas que decidieron las elecciones de 2024 en Florida fueron la economía y la inmigración, dos esferas en las que Trump ha centrado su discurso y responsabilizado al expresidente por su gestión. Esos tópicos han sido principales en la estrategia de Trump dirigida a motivar el voto popular, al resaltar las necesidades de los votantes. La campaña republicana que tilda a los demócratas de socialistas ha sido una de las causantes de que los votantes hispanos se identifiquen con la agenda conservadora.

Es importante resaltar el conjunto de acciones tomadas por la extrema derecha en el estado. Se han aprobado leyes como la SB 7050, en contra de las organizaciones comunitarias que históricamente inscribieron a votantes negros y en edad universitaria, los cuales suelen votar por los demócratas. La denominada “Don’t Say Gay” y “Stop W.O.K.E” son ejemplos de leyes que prohíben la instrucción sobre la orientación sexual o identidad de género en las escuelas y la transexualidad en los deportes.

El rechazo de cursos de nivel avanzado sobre estudios afroamericanos y la eliminación de ciertos libros de las bibliotecas son parte de una estrategia más amplia en la guerra cultural en contra de las minorías. Además, el Senador estatal Randy Fine, del condado de Brevard, presentó un proyecto de ley para prohibir el uso de banderas ajenas a los EE. UU. como la de Palestina (El País, 2024).

En este sentido, es evidente que el conservadurismo ha creado un ambiente reaccionario en un importante sector de la población con el objetivo principal de menoscabar el apoyo a los demócratas. Alrededor de 600.000 personas se han mudado allí cada año durante la última década y, aproximadamente 450.000 personas salen de Florida cada año; estas suelen ser progresistas o miembros de comunidades afectadas por leyes y políticas respaldadas por el Partido Republicano (Florida Chamber of Commerce, 2024). Lonna Atkeson, politóloga y directora del Instituto LeRoy Collins de la Universidad Estatal de Florida, alega que las personas que ingresan al estado se alinean con puntos de vista más conservadores y las personas que se mudan tienden a tener perspectivas más liberales (El Nuevo Herald, 2024).

Cifras actualizadas de los supervisores electorales del condado, mostraron 5.45 millones de votantes republicanos activos, en comparación con 4.40 millones de demócratas, una diferencia de 1.000.000. Eso significa que los republicanos representan alrededor del 39% de los votantes de Florida, en comparación con aproximadamente el 32% de los demócratas (Grenier & Lai, 2024).

Evan Power, presidente del Partido Republicano en Florida, en una entrevista durante la Convención Nacional Republicana en Milwaukee declaró que lo que “los demócratas están tratando de venderle a la gente, no les interesa”. “Se han radicalizado, se han movido hacia la izquierda y la gente no quiere ser parte de una agenda de izquierda radical” (El Nuevo Herlad, 2024).

Nikki Fried, líder del Partido Demócrata de Florida, alegó en una entrevista que “Ron DeSantis y este Partido Republicano extremista han hecho todo lo posible para suprimir a los votantes, cambiar las leyes electorales, ya sea eliminando por completo nuestros registros de voto por correo, o dificultando que las organizaciones minoritarias salgan y registren a los votantes” (El Nuevo Herald, 2024).

Ante estos hechos, salta a la vista que el avance del Partido Republicano en Florida tiene causas multifactoriales; que van desde la incapacidad de la agenda demócrata para satisfacer las demandas de los votantes hasta el aprovechamiento de los poderes ejecutivo y legislativo en el estado por parte de los republicanos para consolidar su posición.

En este sentido, es evidente el reflejo del nuevo conservadurismo (dominante en el Partido Republicano) de la Florida en las medidas que se toman a nivel nacional respecto a la política interior y exterior. Esto es muestra de la correlación entre Mar-a-lago y las decisiones que se toman en el primer nivel.

conclusiones

Florida se ha consolidado como un centro de poder político en Estados Unidos en el período 2016-2024. Un estado que en las primeras cinco elecciones de este siglo era un campo de batalla donde demócratas y republicanos obtenían resultados con márgenes muy estrechos, se convirtió en el hogar del ecosistema conservador republicano, conocido bajo la marca política “MAGA” (Make America Great Again). El papel del Trumpismo dentro del fortalecimiento del Partido Republicano es clave para entender este fenómeno.

El fortalecimiento del Partido Republicano en la Florida forma parte de un realineamiento político, ocasionado por los cambios en la demografía y en las preferencias de voto de los ciudadanos.

Las estadísticas de registros de voto favorecen ampliamente al Partido Republicano, lo que aumenta sus posibilidades de respaldo frente al Partido Demócrata.

El dominio sobre el poder legislativo y ejecutivo, ha permitido a los republicanos implementar políticas y estrategias alineadas con una masa de votantes más conservadora, que es una porción significativa de los cientos de miles de personas que arriban al estado cada año. A su vez, han generado un ambiente hostil para determinados segmentos de la población que históricamente suelen votar por los demócratas; estos han sido desplazados poco a poco. Como consecuencia, los flujos migratorios en el estado han reconfigurado la demografía y han puesto la balanza a favor de los republicanos.

La falta de popularidad del expresidente Joe Biden, la incapacidad del Partido Demócrata de ofrecer un discurso dirigido a las necesidades de los ciudadanos y de un gobierno que resuelva los principales problemas económicos, han erosionado el apoyo de sus votantes. Ante ello, la efectividad de las campañas les ha valido a los republicanos elevados niveles de participación de sus votantes, a la vez que han ganado popularidad dentro del sector hispano.

El presente estudio se centró en los factores más importantes a consideración del autor, pero se reconoce la incidencia de otros que no han sido abarcados, por tanto, próximas investigaciones profundizarán en diversas cuestiones clave para el entendimiento de este proceso tan complejo e importante para la política en los Estados Unidos; incluso más, si se toma en cuenta que los años venideros serán determinantes para la consolidación de la Florida como un bastión republicano.

referencias

Bibliografía

Notas

  1. El término bastión electoral se utiliza para definir aquellos estados cuyos resultados eleccionarios no suelen variar, decantándose por uno u otro partido con un margen cómodo para el vencedor.
  2. Término utilizado para referirse al cargo político del Gobernador, quien se encarga del gobierno de cada uno de los estados que conforman el país. El Gobernador encabeza la rama ejecutiva del gobierno estatal.
  3. Grupo latino con gran concentración demográfica en Miami-Dade y grupo hispano muy bien representado proporcionalmente en la Florida y el país.