Recibido: 5 de octubre de 2024

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Aprobado: 27 de noviembre de 2024

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Cómo citar (APA, séptima edición):

Darias Camejo, A. E. (2025). La Constitución rusa de 1993: Vladimir Putin. Consolidación de un nuevo sistema político. Revista Científica Universitaria Ad Hoc, 6(1), 116-125.

resumen

La Constitución rusa de 1993, originalmente concebida como un marco para la transición hacia una democracia liberal, ha sido utilizada por el presidente Vladimir Putin para consolidar un nuevo sistema político en Rusia. Desde su llegada al poder en 2000, la figura de Putin y sus políticas han configurado la implementación de la carta magna, adaptando su marco legal a las necesidades de un modelo de gobierno que busca estabilidad y desarrollo nacional a largo plazo. Las enmiendas constitucionales impulsadas por Putin en 2008, 2014 y 2020, han reforzado el poder ejecutivo y la figura presidencial e introducido importantes cambios en otras tres instituciones claves del sistema político ruso: la Asamblea Federal, el Gobierno y el Poder Judicial. El proyecto político iniciado hace dos décadas no solo se completa, sino que supera integralmente sus objetivos, consolidando una nueva etapa jurídico-política para Rusia.

Palabras Clave: Constitución, Vladimir Putin, sistema político, Rusia, enmiendas.

ABSTRACT

The 1993 Russian Constitution, originally intended as a framework for the transition to a liberal democracy, has been utilized by Vladimir Putin to consolidate a new political system in Russia. Since coming to power in 2000, Putin’s persona and policies have shaped the implementation of the Constitution, adapting its legal framework to the needs of a model of government that seeks long-term stability and national development. Constitutional amendments initiated by Putin in 2008, 2014, and 2020 have strengthened the executive branch and the figure of the president, and have introduced significant changes in three other key institutions of the Russian political system: the Federal Assembly, the Government, and the Judiciary. The political project initiated two decades ago is not only completed but also fully surpasses its objectives, consolidating a new legal-political stage for Russia.

Keywords: Constitution, Vladimir Putin, politucal system, Russia, amendments.

introducción

El período de gobierno de Boris Yeltsin (1991-1999), mucho más convulso y problemático que el de su sucesor, Vladimir Putin, estuvo marcado por importantes procesos como la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), la articulación del nuevo sistema político y económico, la lucha por el poder y la propia consolidación de su cargo al frente del país. Yeltsin demostró sus carencias como gobernante y solamente pudo conseguir la reelección en 1996 por las necesidades del entramado político y financiero que se había creado a su alrededor. Sus políticas erráticas, su reputación desfavorable, sus problemas de salud, la crisis económica y la ausencia de un programa de gobierno, acabaron minando la popularidad ganada mientras hizo oposición a Gorbachov (García Álvarez, 1994).

Después de la desaparición de la URSS, la Federación de Rusia se convirtió en su sucesora desde el punto de vista jurídico internacional, cultural, político e histórico. Rusia, entonces, apareció en la vida internacional como un país de completa independecia, que aplicó una política económica neoliberal en un marco jurídico constitucional heredado de los soviéticos.

Durante los dos primeros años de existencia como nación soberana, Rusia se rigió por una Constitución, que, si bien había sido reformada durante el período de transformaciones políticas y económicas de Mijail Gorbachov, era en esencia la Constitución soviética de 1977. Los principios conformados para una sociedad socialista, reconocidos en el texto de 1977, se tornaron totalmente incompatibles con la adhesión a los nuevos postulados adoptados por la Federación de Rusia (Alvarado, 1997).

Reflejo de esta situación fueron las severas

tensiones suscitadas entre el presidente y el Congreso de Diputados Populares, inconvenientes que no pudieron ser resueltos de forma pacífica por Boris Yeltsin. El continuo enfrentamiento entre el Legislativo y el Ejecutivo, y la gran debilidad de negociación del Jefe de Estado con su oponente político, desembocó en la crisis de principios de octubre de 1993 cuando el Ejecutivo clausuró el Congreso ruso.

Una de las vías de escape a esta crisis fue la convocatoria a un referéndum para consultar a la población rusa sobre la necesidad de adoptar una nueva Constitución. El 12 de diciembre de 1993, el proyecto constitucional del presiente Yeltsin fue sometido finalmente a consulta popular. Como resultado, se aprobó un nuevo texto constitucional, auque es válido destacar que fue con un breve margen de diferencia1. Desde los primeros artículos, se reconoce a la Federación de Rusia como un Estado democrático, federal y de derecho con una forma republicana de gobierno (Ley Federal Constitucional No. 1-FKZ, 2020, art. 1).

A diferencia del gobierno de Yeltsin, la llegada al poder de Vladimir Putin, a inicios de 2000, ha significado un cambio de rumbo en la institucionalización y consolidación de lo que ya era un nuevo régimen político ruso aprobado en 1993.

El objetivo del presente artículo es examinar las principales transformaciones a la estructura estatal del sistema político ruso heredero de la Constitución de 1993 durante las reformas constitucionales impulsadas por Putin en 2008, 2014 y 2020, y explicar cómo estas han logrado consolidar un proyecto político que no alcanzó a materializar Yeltsin.

desarrollo

Las reformas constitucionales de 2008 y 2014: primeros pasos

Presidente de la Federación

La parte orgánica de la Constitución comienza con el capítulo dedicado a la jefatura del Estado, adoptando, de este modo, un sistema de gobierno presidencial. Este poder está destinado a desempeñar el papel más relevante en el momento de decidir la dirección política, tanto interna como externa de la Federación.

El presidente de la Federación es simultáneamente jefe de Estado y del Poder Ejecutivo y es electo mediante sufragio universal directo por un período de 6 años. La extensión de mandato se introdujo a partir de las primeras enmiendas constitucionales impulsadas por Vladimir Putin en 2008. Estas habían sido anunciadas en 2007 en su Discurso Anual ante la Asamblea Federal (Ley de la Federación de Rusia sobre la enmienda de la Constitución de la Federación de Rusia No. 6-FKZ, 2008).

La justificación de tales cambios constitucionales figura en la nota explicativa de una de las enmiendas:

La prórroga del mandato permitirá al presidente de la Federación de Rusia y a la Duma Estatal no solo determinar las direcciones para el desarrollo futuro del país y comenzar a implementar los objetivos establecidos, sino también implementar en gran medida los planes durante un mandato. Por lo tanto, aumenta la responsabilidad del jefe de Estado y del Parlamento para con los ciudadanos y la sociedad en su conjunto por los resultados de sus actividades (Kremlin, 2008).

Los poderes otorgados al presidente en el nuevo orden jurídico garantizan su supremacía sobre el Poder Ejecutivo, incluso sobre el conjunto de las instituciones rusas. Dispone de un poder muy extenso en materia de designación, goza de un derecho de veto en la elaboración de las leyes y determina la política de la nación. Es oportuno señalar que estos cambios no pudieron ser instrumentados correctamente por Yeltsin. Las debilidades de su gobierno, informalmente preso por la oligarquía emergente, le impidieron vertebrar un plan sólido que definiera las relaciones entre las distintas instituciones de la política rusa, dentro y fuera del Estado.

En cambio, Vladimir Putin, desde los inicios de su mandato en 2000, logró ejercer sus funciones apoyado en estos amplios poderes. El contraste entre el anquilosamiento de Yeltsin durante su segundo mandato y la enérgica voluntad de gobernar que ha caracterizado a Putin ha sido fundamental para identificar un cambio de rumbo en la política rusa.

El primer y más decisivo movimiento de Putin hacia lo que él mismo denominó cadena vertical de mando, es decir, hacia la centralización del poder, tiene lugar el 13 de mayo de 2000 con la creación, por el Decreto Presidencial, de siete distritos federales encabezados por Representantes Plenipotenciarios del Presidente. Estos serían miembros de pleno derecho del Consejo de Seguridad e informarían directamente al jefe de la Administración Presidencial (de Andrés & Ruiz, 2008).

Una de las principales tareas de los Representantes Plenipotenciarios fue crear un espacio unificado a través de la armonización legal entre la legislación federal y regional. Otras actividades desarrolladas consistieron en la coordinación de los órganos federales de las regiones del distrito y la observación de la recaudación de impuestos, así como las transferencias del Estado a las regiones.

El Consejo de Seguridad ha sido otro de los órganos claves durante los mandatos de Vladimir Putin. Es un órgano semejante, salvando las distancias, al antiguo Buró Político de la Unión Soviética2. Como aquel, reúne a quienes están al mando de las instituciones clave del Estado para configurar un segundo nivel de gobierno liderado por el presidente. En los últimos años, las figuras políticas con una presencia más asidua han sido los jefes de los departamentos de la Administración Presidencial, las personas que en cada momento regían las cuestiones económicas e ideológicas, el Primer Ministro y los viceprimeros ministros, el Ministro de Defensa, el Ministro de Asuntos Exteriores, los portavoces de la Duma y el Consejo de la Federación, y algunos gobernadores regionales (de Andrés & Ruiz, 2008).

El segundo paso de Putin fue la formación del Consejo de Estado, en 2001, como contrapartida al Consejo de la Federación. Este reúne a los jefes de cada ejecutivo regional y funciona como órgano de consulta para la presidencia. El objetivo de Putin era facilitar la cooperación entre los órganos ejecutivos, para así formar un sistema único de poder público, encargado de las direcciones de la política interna y externa de la Federación.

Asamblea Federal

Desde su primer mandato (2000 - 2004), Putin expuso una estrategia de dominio del ejecutivo sobre la esfera legislativa basado en la construcción de una mayoría favorable en la Duma que le permitiera, por un lado, afianzar su particular égida contra los intereses regionales, y, por otro lado, superar el permanente vínculo de conflicto que caracterizó la relación de Yeltsin con la Cámara Baja. Con esta mayoría favorable se redujeron los actores de veto y se dio paso a un sistema de partidos estable y coherente, dirigido a ofrecer mayorías pro presidencialistas.

Otros cambios de la reforma de 2008 estuvieron centrados en la Asamblea Federal, órgano legislativo cuya composición en dos cámaras responde al sistema federal: una cámara baja, la Duma del Estado; y una cámara alta, el Consejo de la Federación.

La Duma está integrada por 450 diputados elegidos por representación proporcional y escrutinio mayoritario. El Consejo de la Federación incluye 178 miembros (un representante del Poder Legislativo y un representante del Poder Ejecutivo por cada “sujeto de la Federación”)3, elegidos por sufragio universal mayoritario.

Ambas cámaras sesionan de forma separada, salvo casos excepcionales, y sus miembros se eligen por un período de 5 años, respondiendo este último aspecto a la segunda enmienda introducida en 2008 al texto constitucional original de 1993 (Ley de la Federación de Rusia sobre la enmienda de la Constitución de la Federación de Rusia No. 6-FKZ, 2008).

Ese mismo año se aprobó otra enmienda, destinada a fortalecer el control parlamentario respecto al Gobierno de la Federación de Rusia mediante la presentación de informes periódicos (Ley de la Federación de Rusia sobre la enmienda de la Constitución de la Federación de Rusia No. 7-FKZ, 2008). De esta forma, el Parlamento adquirió un papel más activo en la supervisión de las actividades gubernamentales.

En 2014 se produjeron cambios en la composición del Consejo de la Federación de la Asamblea Federal con la aprobación de otra enmienda constitucional. Apareció una nueva categoría de miembros del Consejo, designados por el presidente de la Federación de Rusia y que en sí eran sus representantes en la mencionada cámara del Parlamento ruso (Ley de la Federación de Rusia sobre la enmienda de la Constitución de la Federación de Rusia No. 11-FKZ, 2014).

Con esta optimización del funcionamiento de ambas cámaras de la Asamblea Federal fue creado un entorno más estable y eficiente en la gobernanza. La mayor cohesión entre las distintas ramas del gobierno y el legislativo mejoró la capacidad de respuesta ante las necesidades del país. Desde esta perspectiva, dichas reformas han contribuido a una mayor estabilidad política.

Poder Judicial

El capítulo 7 de la Constitución está dedicado a la independencia del Poder Judicial. Este está organizado en tres cortes superiores con competencias específicas: el Tribunal Constitucional; el Tribunal Supremo, jurisdicción que resuelve en última instancia las materias civiles, penales y administrativos; y el Tribunal de Arbitraje que decide los asuntos relativos a conflictos de índole económica. El presidente de la Federación de Rusia nombra a los jueces de estas tres sedes judiciales, al igual que a todos los jueces federales (Ley Federal Constitucional No. 1-FKZ, 2020, art, 128).

En 2014 se aprobaron otras dos leyes federales sobre enmiendas a la Constitución de la Federación de Rusia. Estos postulados establecieron una reforma del sistema judicial, los poderes del Tribunal Supremo de Arbitraje de la Federación de Rusia, se transfirieron al Tribunal Supremo de la Federación de Rusia; así como los poderes presidenciales para formar el cuerpo de fiscales (Ley de la Federación de Rusia sobre la Enmienda a la Constitución de la Federación de Rusia No 2-FKZ, 2014).

Estos cambios tuvieron lugar a partir de la necesidad de hacer más efectiva la administración de justicia en todos los niveles federales y de seguir ampliando facultades del legislativo en materia de designación, cuestiones encaminadas a consolidar el sistema de poderes dentro de la Federación.

La reforma constitucional de 2020: nueva etapa

El 15 de enero de 2020, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dirigió su Mensaje al Parlamento, Asamblea Federal. En este se indicaba: “El potencial de la Constitución de 1993 no se ha agotado, y las principales bases de la estructura constitucional, el derecho y las libertades del hombre (…) durante muchas décadas seguirán siendo una base sólida para la sociedad rusa” (Putin, 2020). Sin embargo, se optó por una serie de enmiendas profundas a la Constitución rusa de 1993 que no solo la completan, sino que la superan integralmente, después de la introducción de las enmiendas en 2008 y 2014. De esta forma, se culmina en el plano jurídico y político un camino iniciado hace dos décadas (Abaeva, 2020).

El objetivo de las enmiendas era la creación de un sistema político, por una parte, sólido, estable y que garantizara a Rusia la soberanía y la independencia; y, por otra, flexible y que se correspondiera con los desafíos internos y externos y las perspectivas de desarrollo en favor de los intereses nacionales (Abramova, 2024).

Estas enmiendas siguieron un procedimiento electoral sui generis4 y único, que no estaba previsto ni en la legislación sobre el procedimiento de enmiendas constitucionales ni sobre el referendo, pues fueron aprobadas por consulta popular. Así, se realizó por iniciativa de Putin un diálogo con los ciudadanos rusos, con el objetivo de legitimar las propias enmiendas.

Como se ha señalado, las enmiendas van mucho más allá, puesto que suponían transformar, esencialmente, el texto constitucional de la nueva era independiente de Rusia y contenían principios soberanistas muy claros, centrados en los siguientes ejes de actuación:

  1. Reforzamiento del modelo presidencialista, pero como supervisor de mayores competencias parlamentarias y coordinador de un ampliado autogobierno local.
  2. Reconocimiento de la continuidad histórica de la nación rusa, como heredera tanto de la tradición religiosa y cultural en su espacio euroasiático (recogiendo, por ello, la mención a Dios) y de la herencia territorial e internacional de la URSS, como sucesor legal de sus territorios y compromisos (Lukyanov, 2020).
  3. Protección de la unidad nacional (en sus fronteras internas y en la cooperación interna), obligación de conocimiento y uso de la lengua común (junto con los idiomas regionales), o recentralización de ciertas competencias provinciales.
  4. Ampliación del sistema de protección social, en especial sobre el tema de prestaciones y jubilaciones, así como atención a los discapacitados.
  5. Defensa de la identidad nacional rusa (como columna vertebral del Estado) y la realidad plurinacional regional (diversidad étnica de los ciudadanos de la Federación), legal, histórica y cultural.
  6. Afianzamiento de los valores familiares nacionales (reconociendo, por ejemplo, el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, la primacía de la educación familiar, o la protección integral de los menores en su desarrollo moral y físico).
  7. Primacía de la ley nacional frente a los tratados internacionales y de las sentencias del Tribunal Constitucional de la Federación.

El análisis de las enmiendas de 2020 a la Constitución de la Federación de Rusia, así como la introducción de procedimientos adicionales para su entrada vigor, como la votación popular, dan testimonio de la voluntad política del presidente de la Federación de Rusia. Esta voluntad busca obtener el apoyo no solo de los sujetos establecidos por la Ley, sino también de otros participantes activos en los procesos constitucionales.

Se reconoce al pueblo multinacional como única fuente de poder y órgano de control constitucional. De esta manera, se otorgó a la reforma constitucional un diseño legítimo y legal, que corresponde a las orientaciones constitucionales y de valores del Estado ruso moderno legislados y también, se dotó de otros nuevos.

Nueva mirada a las instituciones estatales y el régimen político

Los capítulos cuarto, quinto y sexto de la Constitución de Rusia están dedicados al presidente, al Parlamento y al Gobierno. Estos temas fueron el centro de amplios cambios tras la aprobación de las enmiendas de 2020. La revisión de los mismos refleja una transformación significativa en la estructura y funcionamiento del sistema político ruso.

Al respecto, las enmiendas en los artículos 95 y 97 prohíben al presidente, a los diputados, los empleados públicos y otros altos funcionarios tener ciudadanía de otro Estado, así como mantener cuentas, guardar dinero en efectivo y objetos de valor en bancos extranjeros situados fuera del territorio de Rusia (Ley Federal Constitucional No. 1-FKZ, 2020, art. 95, art.97).

Con la introducción de estos cambios, el presidente designará, después de consultar al Consejo de la Federación, sin la participación de la Duma Estatal, a los jefes de las estructuras encargadas del cumplimiento de la Ley (Los Ministros de Defensa, de Justicia, del Interior, de Relaciones Exteriores y de Emergencias). A los otros ministros, que estarán bajo el control del Gobierno y al jefe de Gobierno, el presidente los designará luego de que sean confirmados por la Duma Estatal (Ley Federal Constitucional No. 1-FKZ, 2020, art 83, inc a, e, e1).

La enmienda introducida en el artículo 83 determina el Estado constitucional del nuevo órgano de poder estatal. Anteriormente el Consejo del Estado, que fuera organizado por el presidente en el año 2000, era un organismo consultivo adscrito al presidente de la Federación de Rusia (Ley Federal Constitucional No. 1-FKZ, 2020, art 83, inc f5).

El artículo 81 amplía el límite de residencia permanente en la Federación de Rusia como requisito para poder ser presidente, hasta los 25 años. A la par, se eliminó la palabra “consecutivos” con respecto a los dos mandatos del presidente. Este cambio, al tratarse de una reforma general del sistema, permitió a Putin, tras su aprobación por las máximas instancias judiciales, poder competir de nuevo en las elecciones de 2024 (Ley Federal Constitucional No. 1-FKZ, 2020, art 81, párrafos 2,3,3.1).

Respecto a la rama legislativa, aquí los poderes y las funciones del Parlamento ruso fueron ampliados. En este sentido, se modificó el procedimiento para la formación de una de las cámaras, el Consejo de la Federación, cuyos miembros, a partir de entonces, oficialmente se denominan “senadores”. De acuerdo con el artículo 95, además de la elección de representantes de cada región de Rusia, el presidente ahora designa no más de 30 senadores, representantes de la Federación de Rusia, de los cuales no más de siete pueden ser designados de por vida (Ley Federal Constitucional No. 1-FKZ, 2020, art 95.2 y 95.3).

Aparentemente, la novedad de mayor importancia que amplía los plenos poderes del Parlamento es el artículo 103, a través del cual, por primera vez, se introdujo una nueva función para el órgano legislativo ruso: el control parlamentario (Ley Federal Constitucional No. 1-FKZ, 2020, cap 103).

Es indispensable considerar también la reformación de la justicia constitucional. Se redujo de 19 a 11 la cantidad de jueces del Tribunal Constitucional de la Federación de Rusia; sin embargo, se ampliaron sus poderes de control constitucional de las leyes federales (Ley Federal Constitucional No. 1-FKZ, 2020, art 125).

conclusiones

El sistema político ruso ha experimentado una significativa transformación durante los mandatos de Vladimir Putin, pasando de la época convulsa de Boris Yeltsin a un estado de mayor estabilidad. Esta transformación se ha logrado a través de una amplia institucionalización del sistema, creado por la Constitución de 1993, que le ha permitido consolidar el poder ejecutivo y minimizar la incertidumbre política.

Putin llegó al poder en 2000, con la promesa de restaurar el orden y la estabilidad nacional, basando su estrategia en la consolidación y fortalecimiento de la figura del presidente de la Federación. Esto ha permitido al gobierno tomar decisiones a largo plazo sin amenazas de cambios políticos, además de consolidar un proyecto económico y social que ha colocado a Rusia nuevamente entre los principales actores internacionales.

Con el análisis de las enmiendas introducidas a la Constitución de la Federación de Rusia en 2020 es posible argumentar que estas han creado nuevos mecanismos e instrumentos para la transición de la estatalidad rusa a una nueva fase, la cual puede ser caracterizada por de la superioridad de la Constitución nacional. A través de la optimización de la estructura del poder, del nuevo entendimiento del principio de la división del poder y del sistema de control y contrapeso, de la ampliación del papel del Parlamento y de la Justicia Constitucional, de la integración del instituto de autogestión local a un sistema único de poder público, han sido creadas las condiciones jurídicas para que el mecanismo del Estado trabaje de manera más equilibrada y eficiente.

Las posibilidades que abrió la reforma de 2020 a un nuevo mandato, y la consecuente victoria en las elecciones presidenciales de 2024 de Vladimir Putin significan un reconocimiento de que el proyecto iniciado por él ha logrado sus objetivos iniciales. Al mismo tiempo, constituyen un punto de partida para erigir una nueva etapa, en la que el liderazgo se presenta como el garante de la seguridad nacional, la unidad del país, el desarrollo económico y la fortaleza de Rusia en el escenario global. Esta nueva etapa se caracteriza por la consolidación de la estructura del poder, la reafirmación de la identidad nacional, la promoción del nacionalismo y la construcción de un sistema político que permite a Putin mantener el control y seguir modelando el destino de Rusia.

referencias

Bibliografía

Notas

  1. Apenas el 58% de los votantes estuvieron de acuerdo con el texto constitucional presentado a consulta popular el 12 de diciembre de 1993, mientras que en contra votó el 41% (Becerra Ramírez, 1994).
  2. Ambos son órganos claves en la toma de decisiones trascendentales para el país, están integrados por las figuras más importantes e influyentes del gobierno y determinan el rumbo político y estratégico del Estado.
  3. El término sujeto de la Federación hace referencia a la composición político-administrativa de Rusia, integrada actualmente por 89 sujetos: 21 repúblicas, 6 territorios, 49 regiones, 2 ciudades de importancia federal (Moscú y San Petersburgo), la región autónoma judía y 10 distritos autónomos (Ley Federal Constitucional No. 1-FKZ, 2020, art. 65).
  4. El procedimiento electoral para la aprobación de las enmiendas se considera sui generis porque fue llamado “votación nacional” y no “referendo”, ya que de tal manera este procedimiento no estaba regulado por la Ley Constitucional Federal No. 5-FKZ del 28 de junio de 2004 “Sobre el Referendo en la Federación de Rusia”, y se le podría celebrar libremente. Motivo por el que, el 17 de marzo de 2020, Vladimir Putin firmó el Decreto “Sobre la celebración de votación nacional para la aprobación de las enmiendas a la Constitución de la Federación de Rusia”.