Recibido: 25 de Julio de 2024
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Los autores declaran que no existen conflictos de intereses relacionado con el artículo.
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Aprobado: 25 de Agosto de 2024
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Cómo citar (APA, séptima edición):
Rodríguez Hernández, N.C.& Aprea Meneses, B. (2024).El BRICS como manifestación de la transición intersistémica a un mundo multipolar. Ad Hoc. 5(13), 94 - 102.
resumen
El sistema internacional experimenta una serie de cambios, propios de un proceso de transición intersistémica que tiende a la multipolaridad. En la actualidad, este fenómeno se evidencia en la pugna por una nueva redistribución del poder por parte de las potencias emergentes. La interacción entre ellas y las alianzas conformadas por estas, en búsqueda de un interés común, les ha permitido incidir directamente en el orden internacional. Bajo esa perspectiva, se destaca el grupo BRICS como un actor impulsor de las transformaciones que experimenta el mundo en camino hacia la multipolaridad. La ampliación de su membresía, las fortalezas de sus Estados miembros en materia de población, desarrollo económico y activismo político, los esfuerzos por destronar al dólar como la moneda de cambio en las transacciones comerciales y financieras internacionales, así como la búsqueda de un mejor y mayor acceso a las fuentes de energía y materias primas, lo convierten en un actor de peso en el sistema internacional.
Palabras Clave: multipolaridad; transición; sistema internacional; BRICS.
ABSTRACT
The international system is undergoing a series of changes, typical of a process of intersystemic transition that tends towards multipolarity. Today, this phenomenon is evident in the struggle for a new redistribution of power by emerging powers. The interaction between them and the alliances formed by them, in search of a common interest, has allowed them to have a direct impact on the international order. From this perspective, the BRICS group stands out as a driving force behind the transformations that the world is experiencing on the way to multipolarity. The expansion of its membership, the strengths of its member states in terms of population, economic development and political activism, the efforts to dethrone the dollar as the currency of exchange in international commercial and financial transactions, as well as the search for better and greater access to energy sources and raw materials, make it a major player in the international system.
Keywords: Multipolarity; transition; international system; BRICS.
introducción
El devenir histórico del sistema internacional (SI) , en los últimos años, ha estado caracterizado por permanentes transformaciones cualitativas. La desaparición de la Comunidad de Estados Socialistas de los países de Europa del Este y la URSS significó el fin del sistema bipolar que había emergido luego de la Segunda Guerra Mundial, quedando el bloque Occidental, liderado por Estados Unidos, como principal polo de poder. Entrado el siglo XXI, se comienza a observar una reorganización del sistema internacional que apunta a una nueva distribución del poder global (Hernández, 2014).
Explica Hernández (2021) que “la crisis financiera capitalista iniciada en 2008, el agotamiento de las fuerzas occidentales y la actual expansión de China tributan, indudablemente, al paso hacia un sistema internacional con varios centros de poder”.
La transición hacia un nuevo orden internacional se refleja en la búsqueda de una nueva redistribución del poder por parte de las potencias emergentes y la creación de condiciones que favorezcan a los países en desarrollo. Ello implicaría, a su vez, el debilitamiento del dominio global de Estados Unidos y el bloque Occidental.
La interacción entre las potencias emergentes y las alianzas conformadas por estas, en búsqueda de un interés común, les ha permitido incidir directamente en el orden internacional. Esas fuerzas, a partir de acciones económicas, políticas y militares, y de la colaboración establecida entre ellas, han logrado desempeñar papeles protagónicos en escenarios internacionales de gran trascendencia. Como resultado de lo anterior, se han producido notables transformaciones en el orden global (Acosta, 2022).
El grupo BRICS es un claro ejemplo de cómo la alianza entre países en desarrollo, con objetivos económicos y políticos comunes y con nuevos patrones de relacionamiento, expresados en la cooperación mutuamente ventajosa, constituye una amenaza para la hegemonía del bloque occidental.
Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, el presente trabajo se propone, como objetivo principal, analizar el papel que desempeña el grupo BRICS dentro del proceso actual de transición intersistémica.
Este trabajo estará estructurado en 3 epígrafes. En el primero, denominado: “Ampliación de la membresía del BRICS”, se analizará el proceso evolutivo de la membresía del bloque desde sus años de conformación, así como la acelerada apertura que ha experimentado el grupo en la última década. El segundo epígrafe, titulado: “Promoción de un nuevo orden económico internacional. Desdolarización de la economía”, aborda las acciones que los BRICS han implementado o tienen previsto realizar, en función de crear las condiciones necesarias para una competencia económica justa, que favorezca a los países en desarrollo. Por su parte, el tercer apartado: “Garantía de acceso a recursos primarios fundamentales.” Sector energético, se propone demostrar que, como parte del proceso de redistribución del poder, la cooperación energética entre los países del BRICS está también orientada al logro de un cambio en el orden internacional imperante.
desarrollo
Ampliación de la membresía del BRICS.
La correlación de fuerzas existente dentro de un sistema que se percibía, desde principios de siglo, inmerso en un proceso de transición hacia la multipolaridad, hizo que se apreciara con mayor claridad la pugna casi global de crear un nuevo orden mundial. En este sentido, en los últimos años, ha cobrado fuerza los BRICS como uno de los principales actores contrahegemónicos del sistema internacional.
El grupo no solo se destaca en la promoción de nuevas iniciativas de inversión y comercio sin imponer requisitos previos, contrario a las sanciones económico financieras impulsadas por Occidente, sino que también constituye un paradigma de cooperación. Países como Bolivia buscan una asociación sólida para desarrollarse puesto que, a pesar de poseer abundantes recursos naturales, continúa siendo una de las naciones más subdesarrolladas de América del Sur. Es así que, una mayor inversión y cooperación con el grupo no solo ayuda a utilizar esos recursos de manera más eficiente, sino que también evita la intervención de Estados Unidos en el manejo de los mismos (Cubaminrex, 2023).
En lo anterior, se inserta el interés de los países en desarrollo en adherirse a los BRICS, como indicador de la voluntad de estos por cambiar las reglas que rigen el orden internacional actual.
Ello se ha visto reflejado en la apertura que ha experimentado el grupo debido a las cuantiosas peticiones de adhesión que ha recibido en los últimos años. Entre los países que recientemente han expresado intención de ser parte se destacan potencias medias como Turquía, Malasia y Tailandia (Clarín, 2023).
Tras la integración de Sudáfrica en 2011, se estableció, en la reunión de Durban en 2013, que el país que ocupara la presidencia en ese momento sería el encargado de extender la invitación a otras naciones. Estas participarían, en cada cumbre anual, en calidad de observadores o socios de diálogo. Luego de varias reuniones, fue evidente que la cooperación entre países con intereses comunes resulta mutuamente ventajosa, especialmente para aquellos que buscan la reestructuración del orden global. En ese sentido, los países fundadores se han convencido gradualmente de la necesidad de integrar más fuerzas, en sintonía con el proceso de redistribución del poder que está teniendo lugar en la actualidad (Lissovolik,2022).
En 2015 se organizó una cumbre conjunta entre los BRICS, la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y la Unión Económica Euroasiática (UEE). A raíz de esta cita, y con el objetivo de profundizar la cooperación entre los Estados y organizaciones participantes, el presidente chino Xi Jinping propuso oficializar el nombre BRICS Plus, lo que fue una leve señal de la posición de apertura que se había consolidado en el grupo.
Como resultado de ese proceso, el BRICS aceptó oficialmente una notable ampliación de su membresía. El 1 de enero de 2024 Irán, Arabia Saudí, Egipto, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos se convirtieron en miembros plenos del grupo. Ello, sin dudas, constituye una decisión histórica para el BRICS, los países en desarrollo, y el orden internacional en general.
El ingreso de estos países a la plataforma significa el aumento de las expectativas de una cooperación más estrecha entre los países miembros en ámbitos como el comercio, la inversión, las finanzas, el medio ambiente y la energía. Los miembros del BRICS concentran recursos fundamentales de desarrollo, necesarios para lograr la independencia económico-financiera que han perseguido desde su creación. Tras la ampliación de la membresía, el PIB de los BRICS representa el 37,3 % del PIB mundial, es decir, más de la mitad que la Unión Europea (14,5 %) (European Parliament, 2024).
En resumen, el interés de ampliar el BRICS, tanto por parte de los actuales miembros como de los solicitantes de adhesión, es una manifestación concreta de los cambios, propios de un proceso de transición intersistémica, que están teniendo lugar en la actualidad.
No obstante, cabe destacar que la adhesión de estos países al grupo, incluso de algunos que tradicionalmente han sido socios de los Estados Unidos, como Arabia Saudita, no debe interpretarse como un realineamiento político. La flexibilidad de las alianzas es una de las principales características de los procesos de transición intersistémica.
Promoción de un nuevo orden económico internacional.
Desdolarización de la economía.
La promoción de un nuevo orden económico internacional responde a las limitaciones que el escenario global impone a los países en desarrollo. Estados Unidos ha utilizado, cada vez de manera más agresiva, su moneda para lograr objetivos geopolíticos, abusando de la posición privilegiada del dólar. En ese sentido, muchos países buscan una mayor independencia financiera de los EEUU debido a la continua militarización del dólar que se ve reflejada en forma de sanciones y guerras comerciales. (Rusia Today, 2023) Es debido a ello que, en la actualidad, son cada vez más los países que pujan por lograr la desdolarización de la economía.
Los BRICS han desviado los centros de gravedad mundial en los que ya no solo constituyen polos de poder los países capitalistas desarrollados. Dicho bloque ha empezado a ganar fuerza a escala mundial al contrarrestar el dominio que tienen los Estados Unidos y sus aliados e instituciones financieras como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (Bloomberg Línea, 2023). Es evidente la influencia económica mundial y regional que ostentan estos países, fundamentalmente los casos de Rusia, China e India, consideradas economías emergentes de alto potencial (Datosmacro.com, 2023). Asimismo, destaca el papel protagónico que ostenta Brasil dentro de la economía latinoamericana, siendo actualmente la primera de la región. (Hernández,2021).
Precisamente, los miembros de este grupo han creado nuevos mecanismos de cooperación con sinergias económicas innovadoras (Acosta, 2022). En términos financieros destacan: la creación del Banco de Desarrollo del BRICS en el año 2014, la organización de un sistema de pagos en divisas nacionales y la promoción de comercio a través de sus propias monedas. Este proceso contribuye a atenuar los graves desequilibrios del sistema monetario actual, que mantiene al dólar como instrumento de presión.
La creación del Nuevo Banco de Desarrollo BRICS (NBD), en el año 2015, es una de las medidas más trascendentales tomadas por el bloque. El NBD se presentó, desde su establecimiento, como una alternativa al Banco Mundial y al sistema Bretton Woods. Entre sus objetivos principales se encuentran: el desplazamiento del dólar como moneda hegemónica en el mercado internacional y el financiamiento de proyectos que abarcan diversas áreas como transporte, agua y saneamiento, energía limpia, infraestructura digital, infraestructura social y desarrollo urbano, enfocados en el desarrollo social y medioambiental de los países miembro. Por ejemplo, en la India, el NBD proporcionó financiamiento al gobierno del Estado de Bihar para mejorar las carreteras rurales y a Chennai Metro Rail Limited para actualizar la infraestructura ferroviaria en Tamil Nadu (Misión Verdad, 2023).
En cuanto a la organización de un sistema de pagos en divisas nacionales, los miembros del BRICS comenzaron a valorar la posibilidad de crear una moneda virtual común para realizar transacciones internacionales (Bloomberg Línea, 2023). El R5 aumentará las opciones de pago de los miembros del bloque y reducirá sus vulnerabilidades, afirmó Lula da Silva en su discurso, durante la última cumbre de los BRICS, en la que estuvo presente. Igualmente, aseguró el mandatario en su alocución que, por medio del NBD entidad crediticia del bloque, podrán ofrecer alternativas propias de financiamiento adecuadas a las necesidades del sur global (Silva, 2023).
Si bien la creación de esta moneda única no está dentro de los planes inmediatos del grupo, según asevera el vicepresidente y director financiero del banco de Desarrollo Leslie Maasdorp (Bloomberg Línea, 2023), los actuales miembros del BRICS han comenzado a sentar las bases para efectuar intercambios comerciales en monedas locales.
Según informó el viceministro de Desarrollo Económico de Rusia, Dmitri Volvach, la proporción de pagos en monedas nacionales entre los países miembros del grupo de conjunto con la Organización de Cooperación de Shanghai aumentó del 40% en 2022 al 92% en la actualidad. Destaca además la forma en que los Estados miembros de la organización llevan a cabo intercambios financieros, sin usar el dólar estadounidense. Entre ellos relatan China y Rusia quienes desde el año 2023 realizan el comercio bilateral en yuanes (CriptoNoticias, 2023).
Por otro lado, el nuevo Banco de Desarrollo BRICS ha fijado que un tercio de sus préstamos se realicen en monedas nacionales para el 2026 (RusiaToday,2023).
Garantía de acceso a recursos primarios fundamentales. Sector energético.
Las actuales fuentes de energía constituyen, en su mayoría, recursos limitados y su uso excesivo tiene repercusiones negativas para la seguridad global. Desde hace varias décadas, los países centran sus esfuerzos en mitigar los efectos del calentamiento global a través de la reestructuración de la matriz energética mundial, lo que implica la creación de políticas que apoyen el uso de energías limpias. Sin embargo, la gran mayoría de los países poseen una indiscutible dependencia económica de aquellos que poseen las principales fuentes de energía mundial. Es por ello que, la cooperación energética se hace tan necesaria entre los interesados en crear un nuevo orden mundial.
En este sentido, los países del BRICS centran su atención en la creación de iniciativas de cooperación en materia energética. Todo ello con el objetivo de desarrollar nuevas plataformas y tecnologías para reducir las barreras a la integración energética entre los miembros del bloque.
Los países del BRICS representan en la actualidad más de un tercio del consumo y la producción mundial de energía (Losekann & Tavares, 2021). Precisamente, debido a la abundancia de fuentes de energía renovables los miembros del bloque han apostado por la transición energética.
Cada país miembro dispone de recursos naturales diferentes, lo que equilibra la cooperación energética entre ellos. Es así como, Rusia posee importantes reservas de petróleo, gas natural y carbón, y es uno de los mayores productores mundiales de dichos combustibles fósiles. Además, en la última década Brasil se ha convertido en un puente para la expansión de la producción de petróleo y gas natural debido a sus reservas de presalina. La India, por su parte, invierte grandes sumas de dinero en infraestructura para satisfacer la demanda interna y consolidar su posición estratégica dentro de la región asiática.
Asimismo, disímiles han sido los acuerdos de cooperación firmados por los miembros del BRICS en materia energética. Entre ellos, destaca: la Declaración Conjunta de los Líderes de los países del BRICS, de 2009, que defiende el fortalecimiento de la cooperación entre Estados en este sentido. Más tarde, en 2020, en la XII Cumbre del bloque, los miembros lanzaron una estrategia para la cooperación energética hasta 2025, en la que se reafirma la colaboración basada en los principios de igualdad, soberanía e intereses nacionales. Además, como parte de los esfuerzos del grupo por lograr la promoción de intereses comunes, se creó ese mismo año la Asociación Económica BRICS.
conclusiones
Los cambios acontecidos desde principios de siglo demuestran con mayor claridad la transición intersistémica por el que transita el sistema internacional. Las alteraciones en la correlación de fuerzas a nivel global, han propiciado que las potencias emergentes incidan, a través de sus interacciones y alianzas económico político-militares, con mayor influencia sobre el escenario global actual.
Es así como, alrededor del grupo de los BRICS, se evidencia el interés general en cambiar el SI vigente. El número de peticiones de adhesión que se percibe en ascenso en los últimos años, las modificaciones en los requisitos para la participación de un mayor número de países en las cumbres, la reciente ampliación de su membresía, los esfuerzos por destronar al dólar como la moneda de cambio en las transacciones comerciales y financieras internacionales así como la búsqueda de un mejor y mayor acceso a las fuentes de energía y materias primas, no son más que el reflejo de los cambios en el mapa de poder en el mundo actual.
Finalmente, los BRICS, como manifestación de tal fenómeno, se han posicionado en el orden internacional como uno de los actores impulsores principales de la transformación que experimenta el mundo en su paso hacia la multipolaridad.
referencias
notas